“Consagrarse a María, significa acoger su ayuda, para consagrar el mundo, el hombre, todos los pueblos y la humanidad al que es infinitamente santo. La consagración a María significa hacerla entrar en la propia vida espiritual. Ello conduce a la comunión de las personas, nos introduce en la profunda relación interpersonal con la Madre del Señor”.
(Juan Pablo II)
Hoy nos reunimos para consagrar la vida de sus hijos a la Virgen de Lourdes. Ella nos enseña a creer, confiar y amar con un corazón puro y nos acompañará en nuestro camino a Jesús.
Compartimos algunas fotos que reflejan la emotiva celebración.
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